Éste árbol es autóctono de las regiones adyacentes al mar mediterráneo específicamente en lo que es la península ibérica, a pesar de que el olivo es un árbol en apariencia muy fuerte, requiere de la intervención de una gran cantidad de elementos climáticos que hacen muy poco probable su cultivo en otras zonas de clima distinto, a pesar de tener una gran resistencia al frío es muy susceptible en climas donde las temperaturas pueden bajar más de -10 grados, de igual forma ocurre con los climas muy calientes, en especial cuando la planta se encuentra en florecimiento.
Sus flores son denominadas como trama o rapa y generalmente se agrupan en grupos de más de 30 flores, éstas poseen una coloración verde pálido, son muy sensibles a los cambios de las condiciones climáticas, ejemplo de ello es cuando el suministro de agua se ve reducido o cuando los nutrientes requeridos disminuyen, esto puede provocar que el número de flores disminuye considerablemente debido a la inflorescencia.
El fruto del olivo es conocido comúnmente como aceituna, también se le conoce como oliva en algunas regiones de España. La aceituna se encuentra conformada por varias estructuras, el rabillo la piel, la carne el hueso y la semilla, a medida que está se va desarrollando, puede tener varias tonalidades de colores, partiendo de un verde muy fuerte en su etapa inicial, luego se torna un poco amarilla, luego le aparecen manchas color púrpura y con el paso del tiempo tomará en su totalidad la tonalidad púrpura, hasta finalmente llegar a su punto de desarrollo máximo en donde adquiere un color negro.