Se puede decir entonces que aquellos a quienes les gusta ostentar se encuentran influenciados por el materialismo y el consumismo. Esta actitud suele ser vista de forma negativa por los demás, originando cierto rechazo hacia aquellos que tienen la costumbre de presumir lo que tienen.
El individuo que siempre se la pasa ostentando de lo que tiene, solo trata de buscar la admiración de los demás, sin saber que con este comportamiento también despertará la envidia, sentimiento malsano que experimentan las personas al querer lo que no tienen y que otro posee.
La única manera de detener esta conducta es tratando de usar el sentido común, y siendo muy prudente, ya que la verdadera dicha no se encuentra en las posesiones, ya que la felicidad se puede hallar en las cosas más mínimas de la vida diaria
En el aspecto educativo por ejemplo, un joven puede ostentar de sus notas, de su título recién obtenido, de sus reconocimientos, etc. Sin embargo, también se debe tener humildad para reconocer los logros de los demás, de esta manera se estará actuando con equilibrio y sin hacer sentir mal a los compañeros.