Según su comportamiento químico, los óxidos se pueden clasificar en:
- Óxidos básicos: se encuentra compuesto por un metal más un oxígeno.
- Óxidos ácidos: están compuestos por un no metal más un oxígeno.
- Óxidos anfóteros: son aquellos compuestos por un elemento anfótero. Este tipo de óxidos puede actuar como ácido o base, según con quien se reactiven.
Por su parte, el óxido de carbono mejor conocido como dióxido de carbono es un gas que no presenta ninguna coloración ni olor y que suele liberarse en la combustión, en la respiración y en ciertas fermentaciones. Este se encuentra conformado por la combinación de un radical simple o por un par de átomos de oxígeno. El óxido de carbono es el encargado de regular el calentamiento global de la tierra y que por medio del efecto invernadero, ayuda a que el planeta tenga una temperatura soportable para la biomasa.
El óxido de nitrógeno, es un compuesto químico gaseoso integrado por la mezcla de oxígeno y nitrógeno. Se caracteriza por ser un gas incoloro y de baja solubilidad en agua. Este gas posea propiedades narcóticas; por lo que se utiliza con mucha frecuencia en el campo de la odontología. Sin embargo es importante mencionar que el óxido de nitrógeno puede causar daños en la salud, ya que puede provocar daños en las vías respiratorias y en los pulmones.
En la actualidad la presencia de óxido de nitrógeno se ha ido incrementando de manera notable, provocando la formación del hueco que se encuentra en la capa de ozono.
Es importante mencionar que en la jerga cotidiana, este término es utilizado con frecuencia para referirse al desgaste físico o mental que puede experimentar una persona. Por ejemplo cuando una persona no está acostumbrada a realizar ejercicios y los llega a realizar, puede presentar muchos dolores musculares, por lo que afirmara que se encuentra “oxidado”.