Los expertos dentro del ámbito de la salud definen a la parálisis, en función de su alcance, pudiendo ser plejia, parálisis o paresia.
Las causas que pueden dar lugar a que un individuo padezca de este mal son diversas, por tanto puede hacer acto de presencia cualquier individuo sobre todo en las personas adultas. En ocasiones una parálisis se puede originar de forma repentina, como por ejemplo, luego de que un individuo sufre de un accidente, un ACV o por la parálisis facial idiopática o conocida también como parálisis de Bell, una parálisis que afecta a la cara, y cuyas causas aún son desconocidas, sin embargo en los últimos años los expertos han elaborado una hipótesis que sugiere que se puede deber a una infección vírica, o también a un trastorno inmune.
Entre la sintomatología que claramente demuestran que un individuo se está viendo afectado a causa de la parálisis de Bell son los siguientes: cefalea, sensación de debilidad, se hace muy complicado el mover un ojo, modificaciones importantes en lo que envuelve la producción de saliva, así como también dificultad al momento de saborear los alimentos.
El mejor tratamiento para poder recuperarse de este tipo de parálisis incluye, periodo extendido de reposo, tranquilidad y ciertos fármacos que sirven para disminuir en gran medida la inflamación. Se debe acotar que, aunque pueden asustarse un poco quienes la padecen, deben estár al tanto de que su recuperación puede ser total en un periodo aproximado de tres meses como máximo.