A los parias solo se les permite realizar los trabajos más duros o marginales. De igual forma, este es el nombre que reciben algunos puntos geográficos, como Península de Paria, en Venezuela, lugar conocido por su elegante belleza, y el Golfo de Paria, ubicado en el mismo país.
El sistema de castas impuesto en la India, principalmente, se centra en la varna, palabra que puede traducirse como “color”. La segregación racial que existía alguna vez en el territorio fue considerada un problema durante el apogeo de la civilización védica; durante 900 años se evitó que los autodenominados arya, se mezclasen con los aborígenes, quienes los superaban en número. Esto, prono, terminaría por crearle una especie de estigma a las personas de color más oscuro, quitándoseles derechos básicos, como los religiosos o sociales. Se dice que eran aislados en sus propias comunidades y, personas de una casta superior, evitaban a toda costa contacto con las sombras de los parias.
Actualmente, se les llama “dalits”, y una revolución social en India ha permitido que estos lleguen, incluso, a gobernar algunos de los estados.
Por otra parte, la Península de Paria, anteriormente conocida como Tierra de Gracia, es uno de los puntos turísticos más bellos de Venezuela. En este se conjugan tanto playas como bosques y montañas, además de una flora y fauna rica. El Golfo de Paria, por su parte, fue descubierto por Cristóbal Colón en uno de sus múltiples viajes al continente americano, en donde le asignó el nombre de Golfo de la Ballena, nombre que fue sustituido debido a que la población del mamífero desapareció por la caza. Luego de esto, pasó a ser denominado como golfo triste, después Boca del Dragón o Drago, por los remolinos que se forman en su interior, que tenían la reputación de ser violentos.
