La penicilina fue producida en masa y rápidamente distribuida y comercializada, pues en ese momento, resultaron ser los antibióticos menos tóxicos del mercado, esto lo convirtió en la primera opción en esta materia, sin embargo, algunos pacientes con patologías extrañas o tipos de sangre menos comunes comenzaron a presentar síntomas alérgicos posteriores a días de la administración, es por eso que en la actualidad, la penicilina esta controlada por un riguroso sistema de despistaje de alergia, básicamente, desde el momento en que nace un niño, se realiza una prueba en la que se identifica si es o no es alérgico a este antibiótico.
Esta es una información muy importante, en caso de accidente, o alguna situación en la que no sea posible la comunicación, es recomendable tener entre los papeles de identificación uno que indique las alergias que puede tener el organismo.
La penicilina se divide en dos grandes grupos, los cuales no son mas que variaciones fundamentales del antibiótico, por una parte, la ampicilina es una betalactanido combatiente de enfermedades del tracto urinario, la meningitis y algunas bacterias de alta peligrosidad como la Salmonella, la Listeria, la Shighella y también es un coadyuvante de contra la H. Influencia.
El otro grupo, un poco más dedicado se trata de la benzilpenicilina, también conocido como ácido
Benzilpenicilínico es un antibiótico que no puede ser administrado por vía oral, ya que los jugos gástricos inhiben sus funciones. Esta penicilina es usada comúnmente en casos de enfermedades de transmisión sexual, las cuales presentan bacterias esparcidas por un importante segmento de órganos. La benzilpenicilina combate bacterias como los estreptococos, los estafilococos, los meningococos y los gonococos.