Por consiguiente esta sensación de percepción es el resultado de un impacto originado por un hecho material como imágenes, sonidos, olores, sabores o sensaciones que permiten comprender o conocer algo, puesto que se interpreta las cosas a través de las señales sensoriales. Y es gracias a esta acción que el hombre puede conocer el mundo tal cual es, debido a que es una manera de descifrarlo a través de nuestros cuerpos. Por lo tanto es un resultado que tiene efectos diferentes en cada persona, ya que cada uno tiene la capacidad de entender a su modo su entorno y responder en consecuencia debido a los impulsos que reciben.
A pesar de ser un acto inconsciente la percepción recurre a la memoria, donde ya está la información procesada, obedeciendo a estímulos cerebrales, que son los encargados de otorgarnos la realidad física de nuestro entorno. La forma en que funciona es a través de una especie de imagen mental que almacena en la memoria gracias a las experiencias que se hayan vivido, y todo va a depender del modo en que se interprete cada estímulo recibido, lo que quiere decir que se realiza una comparación de cada estímulo nuevo con uno que ya se haya experimentado previamente (pero que sea parecido). Por lo tanto es total y completamente diferente en cada sujeto, debido a que cada uno es capaz de realizar un proceso perceptivo único y diferente. Lo que lleva a cada individuo a seleccionar y organizar los estímulos y almacenarlos en su memoria y a la vez le permite conectarse con la realidad que lo rodea.