Qué es la personalidad
El término hace referencia a las cualidades enlazadas a los seres humanos. Su componente léxico principal es persona, cuyo significado tiene que ver con una máscara teatral, también está el léxico alis, que significa relativo o alusivo y, por último, el sufijo dad, que significa cualidad. En términos generales, la personalidad no es más que el comportamiento o hábito que tienen las personas y que evoluciona a través del tiempo.
Estos hábitos individualizan totalmente a las personas y de hecho, pueden llegar a cambiar por diferentes razones, momentos o situaciones. En la personalidad se ven aspectos como la perseverancia, diferenciación de sujetos y la identidad de las personas.
Resulta importante mencionar que también existen adjetivos de personalidad, los cuales pueden ser positivos (resaltan los mejores aspectos de una persona como sus destrezas y cualidades) ambiguos (que dependen del contexto porque algunas veces pueden ser positivos o negativos) y negativos, que solo denotan los peores aspectos de una persona.
Teorías de la personalidad
Los estudios de la personalidad se basan en la idea de que todas las personas tienen algunas similitudes, pero que, a su vez, son diferentes unas con otras. A lo largo de la historia se han registrado diferentes definiciones para este término, entre ellas, las que se van a explicar a continuación.
Teorías psicoanalíticas
Son estudios que logran explicar el comportamiento humano respecto a la interacción de diferentes componentes de la personalidad. Uno de estos estudios es el de la teoría de la personalidad de freud, quien fundó la escuela del pensamiento psicoanalítico recurriendo a la física termodinámica para tomar el término psicodinámico.
Freud logró dividir la personalidad de los humanos en tres grandes e importantes componentes, estos son: ello, yo y el superyó. El primero actúa según el principio de placer, exigiendo una gratificación de sus necesidades, inmediata e independientemente del entorno que se encuentre en el exterior.
Es entonces cuando emerge el Yo para cumplir con los deseos de la identidad según el mundo exterior, adhiriéndose inmediatamente con el principio de la realidad. Por último, el Superyo, el cual es conocido como la conciencia que tiende a inculcar la moralidad y las reglas sociales por encima del Yo, fomentando las demandas de identificación para que se cumplan tanto real como moralmente.
Teorías conductistas
Estos estudios tratan de explicar el temperamento de las personas de acuerdo a los estímulos externos que tienen un efecto sobre el comportamiento humano. La escuela del pensamiento conductual fue creado por B. F. Skinner, el cual logró presentar un modelo de estudio que enfatizó la interacción de las personas u organismos con su entorno, de hecho, Skinner dedujo que los niños actúan negativamente porque ese comportamiento hace que reciban atención, mismo que sirve como un reforzador neto.
Teorías cognitivas
Este estudio explica que el comportamiento es guiado por las expectativas que se tienen del mundo, haciendo una observación especial al pensamiento y al sentido de juzgar. Los primeros estudios de esta teoría se llevaron a cabo en el año 1982 por Baron, incluyendo los estudios de Witkin en el año 1965 y de Gardner’s en 1953, quienes descubrieron la dependencia de campo y que las personas tienen una preferencia por la cantidad de objetos heterogéneos.
Teorías humanistas
En estos estudios se deja claro que todas las personas en el mundo gozan de libre albedrío, especificando así que esto tiene un papel importante en la determinación del comportamiento humano, es por ello que la psicología se centra en la experiencias subjetivas de los sujetos.
Teorías biológicas
Estos estudios forman parte de los más importantes en el desarrollo del carácter del hombre. Las teorías biológicas en la psicología de la personalidad se concentraron en identificar el objetivo de los determinantes genéticos y en como estos logran moldear la personalidad individual.
Trastornos de personalidad
Se trata de un grupo de anormalidades o perturbaciones que se originan en las dimensiones motivacionales, afectivas, emocionales y sociales en las personas.
Algunas personas conocen mucho de estas alteraciones, por ejemplo, la doble personalidad o el trastorno de personalidad múltiple, pero también existen tres grandes tipos de desorden de temperamento que, a su vez, tienen su propia clasificación, estos son los trastornos raros o excéntricos, los dramáticos emocionales o erráticos y los ansiosos o temerosos.
Trastornos raros o excéntricos
Se trata de trastornos caracterizados por patrones penetrantes y anormales de cognición, expresión y relación con las personas de su entorno. Los pacientes diagnosticados con estos trastornos son descritos como sujetos irracionales, suspicaces, retraídos o fríos.
- Trastorno paranoide de la personalidad: se caracteriza por un patrón de desconfianza total hacia las demás personas. Los pacientes creen que las personas tienen intenciones negativas o maliciosas con ellos. Los síntomas comienzan justo en la edad adulta como resultado de diferentes contextos, experiencias o traumas del pasado.
- Trastorno esquizoide de la personalidad: las personas que padecen esto son conocidos por tener una gran falta de interés en la vida social, además, restringen sus expresiones emocionales. Esto puede ocurrir desde la infancia, aumentar los síntomas en la adolescencia y afianzarse en la adultez.
- Trastorno esquizotípico de la personalidad: acá hay un déficit interpersonal o social, estos significa que existe una incomodidad grande en las relaciones sociales. Estos pacientes se consideran raros o introvertidos, también tienden a padecer distorsiones de pensamiento, cognitivos y comportamientos excéntricos.
De todos los tipos de personalidad (en cuanto a trastornos) este es uno de los más raros y que solo aparece en el 1% de la población mundial.
Trastornos dramáticos emocionales o erráticos
A diferencia de los trastornos anteriores, estos presentan patrones penetrantes respecto a la violación de las normas sociales, presentando comportamientos impulsivos, excesiva emotividad y sentimientos de grandiosidad o poderío. Las personas con este diagnóstico presentan actitudes abusivas y demuestran siempre su rabia, ira, melodrama y susceptibilidad, además, siempre tienen problemas interpersonales sumamente intensos.
- Trastorno antisocial de la personalidad: es considerada una patología psiquiátrica porque los pacientes no se adaptan a las normas sociales establecidas, es decir, son maleantes que no respetan los derechos individuales pues no saben cómo hacerlo. Los síntomas pueden aparecer a partir de los 15 años, pero la patología puede ir desarrollándose mucho antes de esa edad. Estas personas saben que están haciendo algo malo, pero sus impulsos los dominan.
- Trastorno límite de la personalidad: también conocido como trastorno borderline, se trata de una inestabilidad emocional sumamente marcada, existiendo pensamientos polarizados, impulsivos, dicotómicos y con relaciones interpersonales problemáticas. Esta inestabilidad también afecta los estados de ánimo, de identidad y autoimagen, por lo que el paciente puede llegar a disociar con frecuencia.
- Trastorno histriónico de la personalidad: este trastorno se basa en la total búsqueda de atención y comienza en la adolescencia. El comportamiento común es uno seductor totalmente inapropiado con la necesidad imperativa de ser aprobados. Las personas histriónicas se caracterizan por ser dramáticas, vivaces, animadas, coquetas y sumamente entusiastas. De todos los tipos de personalidad en cuanto a trastornos, este afecta a las mujeres en un porcentaje cuatro veces más elevado que a los hombres.
- Trastorno narcisista de la personalidad: es un desorden dramático, emocional, erótico y errático. La personalidad narcisista sigue un patrón de grandiosidad y poderío y destaca la gran necesidad de ser admirado. Las personas con personalidad narcisista no son empáticos y esto puede notarse desde la edad temprana, aunque se afianza aún más en la adultez.
Trastornos Ansiosos o temerosos
Estos trastornos se basan en seguir patrones de temores totalmente anormales y poseer la necesidad de controlar absolutamente todo. Se trata de personas tensas, ansiosas y con extremo control.
- Trastorno de la personalidad por evitación: este diagnóstico posee un patrón general de sentimientos de hipersensibilidad, inadecuación, desaprobación o rechazos, es por ello que los pacientes evitan todo tipo de interacción social. Esto comienza en la adolescencia o en la adultez y se origina debido a diferentes factores (actualmente es común por el bullying).
Estos sujetos se consideran a sí mismos como personas con cero atractivo personal y se sienten ineptos. Se alejan de los grupos sociales porque tienen miedo a ser humillados, ridiculizados o rechazados.
- Trastorno de la personalidad por dependencia: es un trastorno que genera la necesidad excesiva de atención o que otras personas se ocupen al 100% de los pacientes. Se forma el sentimiento de sumisión y un miedo incontrolable a la separación o la soledad. Las personas con este trastorno tienen dificultades para la toma de decisiones importantes y necesitan los consejos y afirmaciones o permiso de los demás para poder actuar.
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: este es uno de los trastornos más comunes en el mundo y se trata de patrones generales de preocupación extrema por mantener el orden de todo. Las personas con el TOC se caracterizan por ser perfeccionistas, tienen control interpersonal e incluso mental sobre otros sujetos, pero a menudo demuestran una falta de decisión compleja, tienen dudas y toman demasiadas precauciones, además, tienden a reflejar inseguridades personales.
Dentro de la sintomatología de este trastorno, se encuentra la preocupación anormal por los detalles de las cosas, el orden, el cumplimiento de las reglas y la organización de los horarios.
Test de personalidad
Existen dos tipos de pruebas de personalidad, la primera es proyectiva y la segunda es objetiva. En las pruebas proyectivas se estipula que la personalidad es inconsciente, además, evalúa a los pacientes de acuerdo a la manera en la que responden a los estímulos ambiguos, por ejemplo, una mancha de tinta o dibujos abstractos, de hecho, es una de las pruebas más modernas de la psicología. En cambio, las pruebas proyectivas se usan desde hace 60 años y aún se siguen empleando.
Dos de los mejores ejemplos de ambas pruebas de personalidad son el test de apercepción temática y el test de Rorschach.
En el test de Rorschach muestra a los pacientes un grupo de tarjetas con manchas ambiguas de tinta, es entonces cuando el terapetura pide al paciente que interprete cada una de las manchas. El profesional debe analizar las respuestas y dar el resultado del examen tomando en cuenta las reglas para calificar, las cuales se basan en originalidad, contenido y ubicación de las imágenes percibidas y otros factores.
De acuerdo a los métodos de calificación, el terapetura puede relacionar las respuestas con la personalidad del paciente en conjunto con sus características.
El test de apercepción temática es una prueba proyectiva de interpretación de imágenes mediante las cuales el paciente debe contar una historia. El paciente es cuestionado para que cuente las historias dramáticas que aparecen en cada una de las imágenes proporcionadas. Algunas de las dudas suelen ser ¿Qué tuvo que pasar para que se presentara la situación? ¿Qué sucede en el momento? ¿Qué piensan o sienten los protagonistas? ¿Cuál fue el resultado de la historia que se acaba de contar?
También existen diversos test en línea que evalúan cuál podría ser el temperamento de las personas de acuerdo a sus gustos personales como qué tipo de comida consumen, el color favorito, tipo de música que escucha, etc.