Si atendemos al significado correcto de la botánica, un pimpollo es un árbol joven, una rama tierna o una flor antes de abrirse. Por lo tanto, es una palabra que alude al momento anterior al desarrollo total de una planta. Por lo tanto, su sentido estrictamente descriptivo de un proceso natural se ha extrapolado a los seres humanos que no han madurado y aún son verdes, como sucede con los niños y los jóvenes.
El mecanismo de similitud entre las plantas y los niños en relación con el pimpollo nos recuerda otras circunstancias similares. En un sentido positivo, cuando una persona está muy bien en salud, se dice que «es más saludable que un roble«, si es alguien muy afectuoso, se puede decir que «es un cielo» y si es muy buena persona se dirá que «es un sol».
En sentido opuesto, las referencias a la naturaleza también tienen connotaciones negativas: «ser un buitre» es aprovecharse de los demás, «ser un gusano» es humillarse y «una manzana podrida» es una persona que influye negativamente en los demás.
Pimpollo, finalmente, es un término que aparece en el nombre de algunos barrios (como el de la ciudad de Mercedes, en la provincia argentina de San Luis) y en el título de varias canciones (entre ellas un tema de la Luna argentina).
En el vocabulario propio de la botánica, hay otros términos similares, como rampollo (rama cortada de un árbol que se injerta en otra planta) o serpollo (nueva rama que crece en un árbol).