La pradera además, es un bioma desarrollado por una vegetación de baja persistencia de hierbas y matorrales, juncales o gramíneas que se despliega en una temperatura templado y que aprecia un tiempo cálido en el verano y una estación fría en el invierno. Todas estas plantas florecen en gran diversidad, a pesar de que a simple vista no se perciba mucha diferencia entre sí, como se alcance a visualizar en otros ecosistemas más fructuosos y abundantes en vegetación. Los árboles y follaje de gran altura no son propio de este hábitat, al mismo tiempo de ser en gran parte suprimida por el hombre para utilizarse a beneficio como alimento para el ganado. Estas usanzas afectan la proporción natural.
Las praderas son tal vez uno de los medios ambientales y espacios geográficos más adecuados para el hombre y es por eso que la mayor parte de los prados son asiento de granjas y otros módulos productores que se fundamentan en la presencia de ganado.
Praderas templadas absorben las aguas de las lluvias durante todo el periodo del año, entre unos 25 a 75 centímetros de agua. Tienen un follaje menos denso y en momentos son de sólo unos milímetros. Disfrutan de dos estaciones de depreciación; una de letargo, es decir, que el pasto no crece por el frío y otra de desarrollo constante.
Praderas tropicales son las que en el transcurso del año mantienen sus temperaturas medianamente cálidas, teniendo dos clases de estaciones una de lluvia y la otra seca.