La predisposición es una actitud que surge de la libertad personal de aquellos que tienen la opción de elegir libremente si quieren dedicar su tiempo a un problema o prefieren marcar la distancia y cerrar esa puerta. La predisposición también tiene mucho que ver con la felicidad y el éxito. La ley de la atracción explica que atraigas a tu vida lo que piensas a través del pensamiento.
Por lo tanto, para recibir alegrías en tu vida y felicidad, tienes que estar predispuesto para que esto suceda. En caso contrario, desde una actitud negativa , entonces, limitas tus posibilidades de éxito porque no tienes una buena predisposición.
De la misma manera, para encontrar el amor y enamorarse, es esencial que estés predispuesto y receptivo en la búsqueda de una pareja; de lo contrario, es bastante difícil para otra persona llegar a tu corazón si lo tienes bloqueado con un candado.
Por otro lado, alguien con mala o predisposición nula no estará dispuesto a hacer o a acordar algo. Un empleado sin predisposición para aprender una nueva tarea nunca incorporará esta actividad en su rutina de trabajo porque no está dispuesto a hacerlo.
No podemos pasar por alto que hay personas que tienen una fuerte predisposición hacia la negatividad y el fracaso. Según algunos estudios, parece que el ser humano tiene un cerebro que siempre se inclina por lo malo porque, entre otras cosas, los estímulos negativos tienen la capacidad de producir más actividad neuronal que los positivos.
Una persona predispuesta es aquella que tiene una actitud asertiva, siente una gratitud incondicional hacia la vida, es generosa en sus relaciones personales y no duda en brindar su apoyo y ayuda a quienes lo necesitan.
La predisposición a hacer el bien es un ingrediente fundamental en la receta de la felicidad de cualquier ser humano, porque la realidad es que recibes mucho más de lo que das, siempre y cuando tengas en cuenta que todo lo bueno que ofreces vuelve a ti con más fuerza.
En la vida, es conveniente emular la buena predisposición vital de una persona positiva, feliz y enérgica que está involucrada en su destino con fuerza y esperanza. Es decir, debe hacerse cargo de su vida.
