Para poder mostrar de forma clara lo que el prorrateo conlleva, es mucho más sencillo si se hace mediante un ejemplo; si se tiene una organización que presenta un gasto de diversos servicios de forma frecuente, se puede aplicar el prorrateo para que dicho monto no sea aplicado a un área en específica, es decir que se procede a dividir dicha suma entre las distintas áreas que conforman a tal organización.
Sin embargo éste puede ser utilizado en contextos muy diversos, En el económico es posible aplicarlo para mantener un control de gastos, pagar los aranceles a las oficinas tributarias. En el derecho es posible utilizar el prorrateo en distintos casos, un ejemplo de ello es cuando se debe dividir la cuota de alimentación por la cual los padres deben responder ante sus hijos, la misma debe ser dividida en parte proporcionales entre cada hambre.
Por su parte en la contabilidad es posible que el prorrateo pueda clasificarse en dos diferentes tipos, el primario y el secundario. El primero por su parte se aplica con el fin de dividir los gastos que una empresa pueda tener para producir un producto y el cual afecta a los diferentes sectores de la misma, por ello el prorrateo se hace de manera equivalente en los distintos sectores. Éste trae consigo la facilidad de tener un control más exacto de cómo funciona una entidad.
El secundario en cambio se emplea luego de que el primario se ha finalizado, en éste se procede a dividir los gastos indirectos que generan las distintas áreas de producción de un producto, el principal objetivo de este tipo de prorrateo es el de mantener un gravamen contable que sea proporcional.