En física, un proyectil es utilizado con el fin de estudiar la trayectoria curvilínea de un objeto con una carga determinada, también describe y arroja datos de proyección de un instrumento, los datos obtenidos con un arco y las interacciones de este con el medio ambiente que lo rodea. En los laboratorios de física se emplean pequeños cañones o catapultas para arrojar los proyectiles que en este caso pueden ser balines de goma o plástico incapaces de lastimar a alguien de gravedad si se presenta el caso.
Para la balística el termino es un poco más agresivo, ya que el uso de proyectiles en la balística tiene un uso letal para quienes reciben el impacto del objeto los cuales a diferencia que los estudios físicos, estos tienen punta afilada y son ergonómicos a fin de ganar velocidad desde el momento en que son disparados o arrojados hasta que llegan a su destino, son fabricados con materiales perdurable altamente resistentes y portadores de pólvora, un compuesto inflamable que hace que la bala o proyectil explote al momento de caer en su enemigo. La balística se encarga de distribuir proyectiles en los ejércitos militares y policías, para combatir el crimen, sin embargo, en ciertos países es más común ver proyectiles y balística en la calle en manos de personas no autorizadas.