Sin embargo, la historia del prusianismo no está completa sin la historia de cómo ésta llegó a ser una realidad. Prusia fue uno de los mejores países en materia militar gracias a sus reyes, como Guillermo I, Federico Guillermo II y Federico II, quienes tenían grandes dotes a la hora de planificar estrategias de ataque y llevarlas a cabo. Sus tierras se extendían hasta el Mar Báltico y limitaba con países como Holanda y Bélgica. Fue uno de los puntos más importantes para que Alemania pudiera unificarse en el año 1871; además de esto, también fue una circunscripción administrativa durante la Segunda Guerra Mundial, pasando a ser, al término de ésta, parte de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética.
Por todas las guerras en la que se utilizó esta ideología como punto central, se ha definido como la actitud entrometida de los militares en el accionar político, al igual que propone un gobierno fundado en el centralismo y autoridad exagerada.