La quemadura de tercer grado afecta la totalidad de la dermis, son tan profundas que pueden llegar hasta los músculos y otros tejidos. En ella no hay posibilidad de regeneración de la piel, siempre deja cicatriz y puede requerir injertos cutáneos.
La extensión de una quemadura se expresa según el porcentaje de la superficie corporal lesionada. Así tenemos que es más grave una quemadura de 2do grado en el 70% del cuerpo que un de 3er grado que cubra 20 o 25% del mismo, ya que hay más cantidad de tejidos lesionados y sustancias toxicas y la pérdida de liquido es mayor. Para determinar la gravedad de las quemaduras de una persona se ha establecido la llamada Regla de los Nueve, modificada para los niños, que distribuye el cuerpo en aéreas de modo que permite calcular el porcentaje de la superficie que se ha quemado.
El tratamiento de emergencia a aplicar a una persona con quemadura sería lavar bien las lesiones con agua, emplear calmantes para aplacar el dolor, darle de beber agua con sal, para reponer los líquidos perdidos por la quemadura. Cubrir las lesiones o aéreas afectadas, lo cual disminuye la perdida de líquidos y evita la llegada de impurezas, y trasladar al lesionado a un hospital o ambulatorio para completar el tratamiento definitivo.
Por otro lado, hay que señalar que los enfoques actuales de la investigación se dirigen a mejorar la nutrición de las personas con quemaduras, su respuesta inmune a la infección y lograr el crecimiento de la piel en medios de cultivo artificial para cubrir las grandes zonas dañadas a partir de zonas donantes reducidas (injertos).