Sin embargo, los animales con su forma de vida en la que su instinto es su percepción de la lógica más natural, pueden tener racionalidad al contemplar las formas en las que puede atacar una presa, buscando cual es la más favorable para obtener su objetivo. Siendo entonces la racionalidad una cualidad, porque busca lo más favorable para resolver un problema, podemos clasificar a las especies por su capacidad de adaptarse mejor a una situación. En la cúspide de esta clasificación, se encuentra el ser humano, evolucionado, diseñador de un mundo para sí mismo, transformador de la tierra prehistórica en una ciudad contemporánea que se adapta perfectamente a sus necesidades.
Desde el punto de vista sociológico, la racionalidad ayuda a la convivencia y a la constante relación entre los individuos que conforman a la sociedad, en vista que siempre se esperara que todo lo concerniente a tratados y comunicación sea favorable. Empleamos así la racionalidad a cada aspecto cotidiano.