Además de los anteriormente mencionados, se encuentran los osteotendinosos, los cuales contienen las categorías de reflejo bicipital, tricipital, estiloradial, rotuliano, aquiliano, mediopubiano, nasopalpebral, superciliar y maseterino; los reflejos de flexión, que se manifiesta por el experimentar dolor; los reflejos vegetativos, que se originan en la médula y se encargan de hacer funcionar de manera correcta lo son las funciones inconscientes del organismo, como la respiración, el parpadeo, el rubor y demás; los reflejos condicionados son aquellos que son adquiridos, mediante el vivir nuevas experiencias, por haberse sometido a cierta situación que genera respuestas automáticas; por último, los reflejos patológicos son aquellos que forman parte del cuadro sintomático de una condición médica.
De igual forma, reflejo también es el término utilizado para definir el acto en el que un objeto proyecta su imagen sobre otro; esto ocurre normalmente porque el ente en el que se refleja el artículo tiene transparencia y un brillo, que es capaz de captar la imagen de lo que esté a su alrededor. Un ejemplo común de ello es el reflejo presente en el agua, en la que se puede apreciar cualquier cosa en su entorno.