Este concepto de salud engloba a varios elementos trasladándose hacia un punto de vista holístico el cual trasciende más allá del solo funcionamiento del organismo, dicho estado de salud ideal depende de diversos elementos, pero no cabe duda que los más importantes son el elemento genético y el estilo de vida que posee cada individuo.
Existe una gran cantidad de estudios que coinciden en el hecho de que los cambios en el estilo de vida que se encuentran enfocados hacia una alimentación sana y balanceada, la práctica constante de actividad física, la ejecución de técnicas para relajarse, la calidad y cantidad del sueño, adoptar medidas como prevención ante diversos riesgos y accidentes, así como también la visita periódica a un especialista de la salud son de gran importancia para lograr un buen estado de salud y al mismo tiempo para mantenerlo a lo largo del tiempo.
A pesar de que el concepto de salud integral debe incluir al concepto de calidad de vida, en este sentido hechos como los avances en materia de investigación médica, el incremento en la expectativa de vida cuando nace un nuevo individuo que hace que incremente la población de edad avanzada, la disponibilidad de tratamientos que tengan la capacidad para alargar la vida y un mayor acceso a los recursos provoca que las personas que desarrollan enfermedades crónicas logren incrementar sus años de vida, a pesar del hecho de que no están sanas ya que padecen algún tipo de enfermedad, existe la posibilidad de que estén bien controlados, es decir que no presentarán ningún síntoma o manifestación con lo cual pueden disfrutar de una excelente calidad de vida.
Los expertos afirman que la mejor forma para alcanzar un estado de salud óptimo, o salud integral, es mediante la adopción de medidas preventivas que ofrezcan las posibilidades de evitar o retardar la aparición de enfermedades crónicas como es el caso de la diabetes, hipertensión arterial, arterioesclerosis, enfermedades degenerativas de las articulaciones y del sistema nervioso e incluso el cáncer.