En contraposición a la sensatez, se encuentra la insensatez, el rasgo o cualidad de aquellos a los que se les llama insensato. Estos individuos opinan y actúan movido por la acción de los instintos más bajos, además de las fuertes pasiones. Esta característica, a diferencia de la sensatez, puede causar estragos no sólo en el aspecto social, sino, si se encentra en circunstancias especiales, a nivel político o económico. Es preciso mencionar que, según algunos estudiosos, el actuar de forma “prudente” es una necesidad social que vino como consecuencia del progreso, es decir, el continuo abandono de las más básicas costumbres desarrolladas por la necesidad de supervivencia.
En la cultura popular, se han publicado ciertas otras que toman la sensatez como tema central. Este es el caso de la novela Sense and sensibility (sensatez y sentimientos), de la británica Jane Austen; en esta se narra la vida de las hermanas Dashwood después de la muerte de sus padre, viéndose obligadas a vivir en el campo y buscar desesperadamente esposos de alta posición social. A esta se le hizo una adaptación cinematográfica en el año 1995, con Kate Winslet como una de las protagonistas.