El soneto tradicional español está compuesto por catorce versos endecasílabos, distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante. En el primer cuarteto se plantea el tema a tratar en el soneto, y en el resto del poema se amplía y se reflexiona sobre el mismo, sin embargo esta regla no es exclusiva.
Originalmente, el soneto estaba estructurado por una introducción, un desarrollo y una conclusión; dicha estructura se ha ido modificando con el paso del tiempo y la naturaleza de soneto quedó relegada solo a poesías con el mismo trabajo rítmico.
Es importante resaltar que la figura exponente, por excelencia, de este género literario fue el sonetista italiano Arezzo Francesco Petrarca, quien logró llevar a este estilo a otros puntos del continente, influyendo en grandes autores, sobre todo, en los poetas españoles. Petrarca es el autor del cancionero “canzoniere”, el cual convirtió al soneto en la forma más pura de manifestación de romance.
El soneto de alejandrinos, es una variación del soneto introducida al castellano por el famoso poeta Rubén Darío. Comúnmente utilizado en los poemas modernistas, caracterizándose porque los endecasílabos del soneto tradicional son sustituidos por versos alejandrinos de catorce sílabas, divididos en dos hemistiquios (verso dividido en la mitad por una pausa de entonación).