Aunque la palabra no cuenta con gran popularidad en el idioma español en conversaciones entre amigos, ésta se puede presenciar en muchas obras literarias, así como en textos de índole profesional, programas informativos o de noticias, entre otros. Por ejemplo: “Parece que, en este país, ningún gobernante puede tener un rato de sosiego”, “Después de la terrible tormenta que afectó gran parte del país, finalmente ha llegado el sosiego a los habitantes, pues el fenómeno meteorológico ha perdido toda su fuerza”.
Por otro lado, la palabra sosiego se puede entender como el opuesto a la conmoción o a la agitación. Un ejemplo de este caso puede ser pueden ser los resultados que se obtienen en estudios meteorológicos, como se resaltó en la cita mencionada anteriormente, en la que una región alcanza este nivel de calma o sosiego, luego de que ha pasado un fenómeno meteorológico, es decir un elemento que produce una alteración o agitación en la tranquilidad de las personas.
Es por esta razón que este término siempre sea asociado con algo positivo, pues su presencia en cualquier situación demuestra la ausencia de sentimientos de nerviosismo, convulsiones o violencia. Por lo que se puede decir que todas las personas buscan el sosiego, al menos en ciertos momentos del día o en ciertas etapas de su vida.