Se implementa directamente en cualquier tipo de suelo consintiendo el mejoramiento de su estado de humedad y cualidades fisicoquímicas del suelo. El sulfito de calcio traslada sales y corrige insuficiencia de calcio en los cultivos, previene que las plantas se llenan de parásitos y hongos mediante sus raíces teniendo así una planta muy saludable. No permite la caída de las flores, el arrugamiento de las hojas y la caída de yemas y frutos, la coloración amarillenta en el fruto del café, fortaleciendo de esta manera la estructura del tallo en las plantas.
El sulfito de calcio es un polvo blanco, no es permanente y reacciona con el oxígeno originando el sulfato de calcio. Así como otros sulfitos de metales se reactivan con ácido para originar dióxido de azufre que es un gas altamente irritante en una representación gaseosa y en agua. Es casi indisoluble en agua, pero en el etanol sucede todo lo contrario, ya que si se disuelve en él, en el vino suele disolverse poco a poco resultando SO.
El sulfato de calcio es utilizado en distintas plantaciones como en el cultivo de café, de plátano, arroz, papa, árboles frutales, algodón, cacao entre otros. Se recomienda además aplicar en los sembradíos orgánicos en selvas y Costa Sierra. La dosis adecuada es de 500 a 1000 kg/ha, pero todo dependerá mucho de los análisis de los cultivos y los suelos que se quieren fertilizar. Podría ser aplicado sólo en tierras donde exista bastante materia orgánica o que esté resguardado por un gran germen nitrogenado como el guano de la isla, la urea entre otros.