En el budismo, el tantra es visto como el camino más rápido para llegar a la iluminación. Representan textos que de manera simbólica sirven de guía para la vida. En cambio el hinduismo, destaca las energías masculinas y femeninas las cuales se incorporan mediante el tantra, logrando alcanzar el placer absoluto y a su vez la elevación.
Esta práctica milenaria ha perdido su real significado en el mundo occidental, ya que se ha inclinado más hacia lo corporal que a lo espiritual, puesto que muchos lo consideran como un método para renovar la vida íntima de las personas y nada más. Es lo que muchos expertos occidentales denominan neotantra.
El objetivo principal de estas prácticas, es lograr que se avive la iluminación del pensamiento. Muchos son los beneficios que aporta el tantra, especialmente en el plano íntimo, aunque generalmente existe una inclinación hacia una mejor comprensión de la persona misma, con toda la mejoría que esto implica. Al haber una recuperación en lo que respecta a la intimidad de una pareja, ésta se vuelve más placentera y la relación entre ambos se torna armoniosa, se incrementa la confianza del uno con el otro, además de que la comunicación se vuelve más cercana.
La autoestima se beneficia del tantra ya que al sentirse mejor, la persona cuenta con más fortaleza para enfrentar la vida, ya que al aceptarse, con sus defectos y virtudes se podrá llegar fácilmente a la superación personal.
Toda esta energía que surge a través de las prácticas del tantra no trae provecho por sí solo; es importante que se oriente de una manera productiva, es por esto que si se cuenta con este conocimiento, se debe hacer con mucha responsabilidad.