La tasación de un bien debe cumplir ciertas normas legales, a fin de poder precisar los criterios y la metodología para realizarla, de esta manera asignarle validez al valor de la tasación que se calcula.
Cuando un individuo desea solicitar un préstamo al banco, y coloca como garantía un inmueble, normalmente el banco desea saber el valor de dicho bien, por lo tanto requiere que se le entregue un informe con la valoración de dicho inmueble, en este caso se estaría hablando de una tasación hipotecaria, este informe es elaborado por un arquitecto, que además debe ser miembro de una sociedad de tasación de bienes, inscrita en el ministerio de la vivienda. La finalidad de la tasación hipotecaria es servir de garantía para el préstamo hipotecario.
Entre los factores que influyen en el valor de la tasación de un inmueble están: la ubicación, los servicios públicos más cercanos (escuelas, supermercados, hospitales, zonas recreacionales, etc.), la calidad de los materiales con que se construyó la vivienda, la antigüedad.
De igual manera existen diversos métodos que se emplean a la hora de calcular el valor de un bien en el mercado, estas son:
Método de comparación, es el que más se utiliza, y consiste en valorar el bien comparándolo con otros de igual característica y valor.
Método residual, cuando es imposible el cálculo por comparación, ya que no se logró ubicar inmuebles con características similares, entonces se recurre al método residual, este consiste en calcular el valor del inmueble con el que tendría la construcción una vez lista y deducir los gastos a los que se debe incurrir para que la vivienda llegue a ese estado.
Método de capitalización, cuando el inmueble es capaz de generar rentas, y su precio se puede estimar de forma lógica, entonces se utiliza el método de capitalización.
En este caso se calcula el valor del inmueble a través de la actualización a la fecha de tasación de todas las rentas netas que producirá el bien por medio de fórmulas económicas.