En una relación jurídica hay tantos actores como sea posible, sin importar la naturaleza que estos tengan, todos tienen una cosa en común, un interés propio que busque el beneficio de su objetivo. En esta relación, hay un acreedor cuyo objetivo es entregar el producto que la otra parte desea o prestar el servicio que tenga disponible en la oferta, el título oneroso por lo general está siempre en el medio siendo el pago que se recibe por lo que se emplea para la relación.
Un ejemplo de título oneroso: A una persona se le daña una tubería en su casa, por lo que debe contratar a un experto que sepa cuál es el tipo de herramienta que debe usar para reparar su tuberia. La sola puesta en práctica de los conocimientos para reparar algo que no le pertenece, merece el pago de un título oneroso. Cada persona que ofrezca un servicio considera que es un derecho que se le otorguen las ganancias por su aporte. Es un deber para quien recibe la prestación de este cancelarlo por el obvio motivo de la relación que hay presente.