Su símbolo es Th y fue desconocido hasta el año 1.828, descubierto por el químico suizo Jons Berzelius; siendo un elemento pesado de color blanco plateado de resistencia al aire, es maleable y moldeable en estado frio, pudiendo así elaborar láminas de él; tomando en cuenta su estado en polvo, que al calentarse se inflama ardiendo espontáneamente, dando un total espectáculo de llamas blancas y luminosas, tiene la capacidad de mantener su brillo por varios meses, sin embargo aunque se obtiene en grado de pureza en estado natural, si esta con agentes oxidantes o es atacado por la contaminación, se va tornando opaco pasando a un color gris negruzco casi en su totalidad, su nombre es Torio o Thorium por el Dios Nórdico Thor, el Dios del trueno.
Su propiedad más importante es ser radioactivo, pero en muy baja cantidad, es tan abundante como el plomo; una de las funciones previstas para el futuro del Torio, es llegar a ser combustible nuclear, por tres características destacables como: la seguridad, por su abundancia y que no pueden llegar a ser usado como arma nucleare de destrucción masiva; esta es una teoría que aún está en fase de prueba en el Reino Unido y Noruega, siendo los chinos lo más interesados en esta teoría dando su aporte financiero a esta investigación hasta no obtener los resultados.
Por los momentos se usan en lámparas electrónicas y de gas portátil, que emite una luz brillante e intensa al contacto con el gas, que al calentarse da un color azul brillante a la llama, en electrodos para soldaduras, lentes de alta calidad y precisión. Al vivir en este planeta tierra, estamos expuesto a alguna cantidad de este elemento, a través de la comida, del agua y del aire que se respira, fluctuando en pequeñas cantidades, pero las personas que trabajan con él y están expuestos diariamente, al inhalarlo pueden desarrollar enfermedades de los pulmones como en el hígado, y con el pasar del tiempo se presenta como cáncer de hueso.