En la antigüedad, este término tenía una connotación más bien general. Era muy utilizado para hablar sobre los viajes que se daban en el mar de la India, nombre anteriormente dado al Océano Indico. Una de sus primeras apariciones fue en el libro de la Gran Conquista de Ultramar; por otra parte, fue popularizada como consecuencia de los viajes de Marco Polo. En relación con España y la pronta colonización del continente americano, el uso del término pasó casi a ser exclusivo de la situación antes mencionada. Esto se debe a que, con el regreso de Colón de su primer viaje, los reyes católicos, en señal de celebración por el nuevo territorio aparentemente descubierto, se propusieron registrarlo como las Nuevas Indias; finalmente, se le determinó como el ultramar americano.
En el mundo, sólo existen dos naciones que han reconocido a espacios de tierra ajenos a su territorio principal como parte equivalente a sus áreas metropolitanas. Por lo general, se trata de espacios colonizados hace siglos y que forman parte vital del desarrollo político, económico y social para el país.