La violencia feminicida se relaciona con el asesinato en la mayoría de los casos, de mujeres y niñas que son violentadas con crueldad inhumana por ser mujeres y de condición débil, donde en sus maltratos causan estragos físicos, emocionales, psicológicos llevándolas a la perder la libertad y la vida. Este concepto propone establecerse para toda aquella violencia tanto física como emocional, a toda mujer de cualquier edad, que incluso antes de nacer si por un acto de negligencia y falta de atención voluntaria en contra de una mujer se produjera el aborto; ya sea por parte de ente público, de familiares, pareja o esposo abusivo. Es decir, toda discriminación a su género en contra de su moral, salud o bienestar se considera un abuso, un maltrato una violencia feminicida.
Así el hecho no tenga la violencia física sólo de hechos verbales, trato, como lo reconocen las activistas defensoras de los derechos de la mujer, Diana Russell, Mary Warren, Jill Radford y la política en corte feminista Marcela Lagarde, quienes han aportado a este vocablo, significados variados ampliándolo más allá de hechos punibles cotidianos, que se conviertan en faltas hacia la mujer.
Esto ha pasado de frontera de país en país, donde organizaciones han luchado por el legítimo derecho del respeto hacia la mujer, donde instituciones civiles, nacionales e internacionales, como lo es Amnistía Internacional, La Corte Internacional Interamericana de los Derechos Humanos, El Parlamento Europeo, en España con El congreso de los Diputados que han puesto de manifiesto su descontento y apoyo a esta causa y en El congreso de los Estados Unidos, más a estos se les suman diversas ONG, movimientos de grupo de apoyo, como artistas y políticos y ahora con el auge de las redes sociales donde se denuncian los casos de abusos y maltrato en tiempo real.