Desde dicho acontecimiento, esta mujer ha pasado a la historia como la madre de Dios y para referirse a ella se habla de la Virgen María. Dentro de la iglesia católica se le representa como modelo de obediencia y se contrasta con la desobediencia por parte de Eva, en el jardín del Edén.
En la cultura occidental , por influencia de la religión, se consideró hasta no hace mucho tiempo a la virginidad como sinónimo de mujer virtuosa, en donde es tradición que la mujer llegara virgen al matrimonio, ya que esto representaba un estado de pureza, el cual se simbolizaba con el color blanco del vestido de la novia.
La virgen María, madre de Jesús, es quien concibió a su hijo Jesús, por obra y gracia del Espíritu Santo, y sin haber tenido relaciones sexuales con ningún hombre. Además de ello el concepto es aplicado a aquellas mujeres que la Iglesia ha resaltado por su pureza y espíritu íntegro que las caracteriza.
De igual forma se habla de virgen en el sentido de cosas que se mantienen en estado de pureza u originario, como por ejemplo aquella tierra que aún no ha sido cultivada o una cinta de video aún no usada. Otra aplicación del término es para hacer referencia a aquellos productos que no han sufrido procesos artificiales durante su fabricación, es decir que no están refinados ni poseen conservantes, así como ocurre con el aceite de oliva virgen, el cual es simplemente un jugo de aceitunas en estado de pureza.
En cuanto a la virginidad de maría, hay que recordar que la iglesia cristiana primitiva entendía que la sexualidad tenía un componente pecaminoso, por esa razón la única forma digna de que María fuera la madre de Dios era a través de una concepción no pecaminosa. Es por ello, que en el Nuevo Testamento el cual se redactó durante los primeros siglos del movimiento cristiano, se señala el hecho de que María fue concebida por obra del Espíritu Santo. Este hecho es conocido dentro del cristianismo católico como el dogma de la Inmaculada Concepción.
