Los seres vivíparos como regla general, se debe desarrollar dentro del vientre su madre, para ser más específicos en la placenta (membrana que protege al feto y a través de la cual se realiza el intercambio energético entre la madre y el feto, permitiendo su correcta formación). Existen casos específicos en donde los individuos se forman fuera de la placenta, como ejemplo se pueden mencionar a los canguros, que luego de que dan a luz, sus crías continúan su desarrollo dentro de una bolsa que posee la madre específicamente para ello. Según los expertos los seres vivíparos surgieron como un mecanismo de defensa de los seres vivos para brindar protección a sus crías, ya que al ser desarrollados dentro de su madre podía ser mejor resguardados de los diferentes riesgos que acechaban en el exterior.
Su proceso de reproducción inicia cuando el óvulo es fecundado, posteriormente se iniciará el desarrollo del embrión, el cual se mantendrá dentro de la estructura placentaria, a pesar de que son muchas las especies consideradas como vivíparas en lo que respecta a la formación del feto pueden haber variaciones respecto a una especie y otra. Finalmente y luego de que ya el feto se encuentra totalmente desarrollado se procederá a la expulsión del mismo, dando origen a una nueva forma de vida. Una peculiaridad bastante interesante es la existencias de plantas pertenecientes a este género, esto ocurre en el momento en el que las semillas de cierta plantas brotan en el momento en el que aún se encuentran adheridas a la planta madre, según los expertos en botánica, este tipo de fenómenos es una excepción dentro del mundo natural.
