El cultivo de la zanahoria ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años, tanto en superficie, como en producción, ya que se trata de una de las hortalizas más producidas en el mundo. Asia es el mayor productor seguida por Europa y E.E.U.U.
Existen 60 variedades de zanahorias, todas son de buena calidad, algunas son más preferidas que otras por su rendimiento y buen aspecto y en varias regiones prefieren la zanahoria pequeña, mediana o alargada. Los tipos cultivados se dividen en dos grupos: zanahorias orientales (o asiáticas), con raíces de color principalmente purpura y amarillo; y zanahorias occidentales, con raíces de color principalmente anaranjado.
La zanahoria es rica en beta carotenos (fuente de vitamina A), que le dan el color naranja característico a su raíz. Igualmente es rica en vitamina E y en algunas vitaminas del complejo B, especialmente la B3 o niacina, y el ácido fólico. El agua es el componente más abundante en este vegetal, seguido por los carbohidratos. En cuanto a los minerales, es importante su aporte de potasio, calcio, fósforo y yodo.
La zanahoria le aporta al organismo sustancias nutritivas, no contienen grasa, le ayudan en la digestión y se encargan de que el organismo trabaje adecuadamente y permanezca saludable. Además, es una buena fuente de vitaminas y una eficaz antioxidante, se recomienda consumirla regularmente para prevenir y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y de cáncer. También contribuye a prevenir enfermedades de la vista y los problemas de la piel.