Tiene, de todos los metales, el máximo coeficiente de dilatación térmica. Y de los metales pesados, es el más electropositivo; de aquí que desplace los otros metales de sus soluciones. Ésta es la razón por la cual se usa el zinc como electro-negativo en las pilas secas y otras.
En el aire, el zinc se oxida, pero solo ligeramente, quizá por la formación de una capa autoprotectora de óxido y carbonato. Debido a esta capacidad para resistir bien a la corrosión, y porque suministra protección catódica al hierro, se utiliza a menudo para recubrir este metal y evitar que se forme herrumbre. El hierro así protegido se denomina hierro galvanizado.
El zinc es un metal muy importante ya que presenta muchas aplicaciones industriales; una de ellas son las aleaciones, como latones (aleaciones de cobre y cinc), y aleaciones de Al y Mg. El óxido de zinc, se usa como pigmento en pintura, también se utiliza como rellenador en llantas de goma y como pomada antiséptica en medicina.
Las sales de zinc matan las bacterias putrefacientes y por ende se emplean para impregnar las maderas y postes, preservándolos de la putrefacción, destacando que estas sales son venenosas para los animales y el hombre.