Las alícuotas también sirven para denotar aquellas porciones de dinero o de bienes que un ente con facultad puede reclamar, prevista claro esta, una ley que comprenda un porcentaje justo para todo aquel que deba cumplir con la norma de aportar una alícuota, no hay mejor ejemplo de este uso, que el ámbito fiscal, el pago de tributo y el diezmo establecido en las instituciones religiosas.
Se debe tomar en cuenta, él hecho de que el término Alícuota es genérico, aplicable en cualquier área de la vida cotidiana en la que las representaciones a menor escala son una herramienta practica para el estudio y conformación de bases de datos de masas con comportamiento. A pesar de esto, el campo con más proyección del uso de este término es la química, ya que una pequeña porción de compuesto en estudio supone en proporción las mismas características de todo el compuesto o elemento. Estas medidas por lo general representan un porcentaje perfectamente adaptable a un todo, representando una unidad genérica del compuesto. La distribución y uso de las alícuotas en química son útiles para definir estructuras desconocidas y nuevas combinaciones entre ellos. En el campo químico las alícuotas pueden ser en los tres estados de la materia, líquidos, gaseosos y solidos, en el primer estado, la medición se hace en mililitros con un instrumento llamado pipeta, mientras que en el solido, se toma una partícula pesada en gramos mol, con la suficiente composición molecular para el estudio.
