Las lesiones deportivas tienden a ocurrir principalmente en competiciones profesionales de gran intensidad, pero también, por desgracia, ocurren en atletas no profesionales. En muchos casos, se necesita un tratamiento quirúrgico de la lesión para reparar el daño. En estos casos, es habitual hablar sobre la operación utilizando la técnica de artroscopia.
Es ampliamente utilizado en la rodilla y también en los hombros. Con esta técnica, se operan lesiones del ligamento cruzado de la rodilla y lesiones del menisco, un par de ejemplos que son comunes en el mundo de los deportes.
La intervención quirúrgica dura aproximadamente treinta minutos en un día de hospitalización ambulatoria. El paciente pasa el día en el servicio llegando por la mañana y saliendo por la tarde si no surgen complicaciones.
Este tipo de cirugía exige una mayor capacitación y experiencia por parte del especialista en traumatología que la lleva a cabo, sin embargo, tiene una serie de ventajas para el paciente, tales como:
1. El daño a los tejidos es lo menos posible ya que no hay necesidad de cortar estructuras tales como músculos, ligamentos o la cápsula para acceder a la articulación.
2. Se pueden utilizar esquemas de anestesia regional, lo que es favorable en personas con alto riesgo quirúrgico, especialmente debido a antecedentes cardiovasculares.
3. El tiempo de recuperación es mucho más corto, incluso el procedimiento se puede llevar a cabo de forma ambulatoria para que el paciente pueda regresar a casa el mismo día y también pueda volver a trabajar más rápidamente.
4. Se asocia con un menor porcentaje de complicaciones que la cirugía abierta.
5. Tiene un mejor efecto estético.
6. Es menos costoso que la cirugía convencional.