Esta habilidad se considera innata y es desarrollada a lo largo de la vida, en la que se va conociendo el entorno y los seres que lo frecuentan; cabe destacar que la astucia no siempre va de la mano con el recibir formación académica, porque proviene más del íntimo análisis acerca de los elementos que están alrededor. La perspicacia, la capacidad para poder ver los detalles que para otros no son importantes, al igual que la sagacidad, con la que se pueden entender con facilidad problemas, intensifican a la astucia, haciéndola más eficaz.
En la vida cotidiana, existen algunos símbolos que representan a la astucia, como los son los gatos, animales que se encargan de estar al tanto de todo lo que sucede en su ambiente, además de intentar desentrañar algún posible engaño. En los deportes, se puede observar esta capacidad cuando los jugadores optan por realizar una serie de trucos para tratar de distraer al equipo contrario, para así conseguir más puntos. Normalmente, las personas siempre están atentas a cualquier tipo de artificio que los pueda afectar y buscan prevenir que aquello ocurra.