Esta práctica no sólo es puesta en marcha por personas que están plenamente relacionadas con la vida alternativa. Algunas comunidades, observando la ventajas que pueden traer para su vida y bienestar general, deciden desarrollar proyectos para colaborar con el medio ambiente y que no interfieran con su rutina. Mientras algunos deciden incluir por completo el modelo autosuficiente, otros prefieren tomarlo parcialmente, concibiendo formas auto sostenibles de energía o electricidad, producción de alimentos o, simplemente, conseguir dinero sin la gestión de otra persona.
Los gobiernos de algunos países, cuando se encuentran en tiempos de guerra, deciden tener una autarquía o economía autosuficiente, en la que no se acepta ningún tipo de producto que provenga del exterior. Esto es logrado mediante la imposición de diversas leyes o regulaciones para el comercio, dificultando la entrada de insumos fabricados en tierras aledañas. En estos prepondera el deseo de autoabastecimiento, además del constante rechazo de la ayuda que provenga de otras naciones.