La bronquitis generalmente aparece luego de una infección respiratoria. Comienza afectando la nariz y la garganta, para luego propagarse hacia los pulmones. Las personas con mayor riesgo de padecer bronquitis son los niños, los bebés, los ancianos, las personas fumadoras, personas con cardiopatías.
La bronquitis puede ser aguda cuando se origina por una gripe mal curada, es decir que su origen es viral. Este tipo de bronquitis no dura mucho tiempo. Por su parte, la bronquitis crónica puede originarse por la exposición al humo del tabaco o agentes químicos que inflaman los pulmones y las vías respiratorias. Se dice que es crónica cuando la tos se manifiesta al menos tres meses al año, durante más de dos año seguidos.
Entre los síntomas comunes de una bronquitis están: tos con mucha flema, dolor en el pecho, dificultad respiratoria, fiebre, respiración silbante, ronquera.
Para poder diagnosticar la bronquitis, el médico procede a auscultar al paciente utilizando un estetoscopio, con él podrá escuchar cualquier ruido anormal en la respiración. Otros exámenes a realizar serían una radiografía de tórax.
La bronquitis aguda suele desaparecer a los pocos días, sin embargo, si no es tratada adecuadamente puede transformarse en una pulmonía. En cuanto a los pacientes con bronquitis crónica, éstos deben llevar un tratamiento muy estricto, sobre todo las personas fumadoras, ya que si se llegase a complicar, podría desarrollarse una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El tratamiento a seguir para combatir la bronquitis va a depender del tipo, es decir, para la bronquitis aguda se recomienda mucho reposo, la toma de fármacos para la tos que sean mucolíticos y expectorantes y el uso de antipiréticos.
En cuanto al tratamiento para la bronquitis crónica, primero se debe encontrar qué es lo que la origina y tratar de eliminarlo. Aunque por lo general, es resultado de la inhalación del humo del tabaco, por lo que se recomienda dejar de fumar inmediatamente. Si una vez hecho esto, aun continua la enfermedad, entonces el médico recomienda el uso de fármacos broncodilatadores, mucolíticos o antibióticos en caso de una infección por bacterias.
De igual manera, existen muchos remedios naturales que demuestran una gran eficacia en cuanto a la cura de la bronquitis, algunos de ellos son: el eucalipto (tomado en infusión o en jarabe), infusión de tomillo, jarabe de llantén, entre otros.