Algunos síntomas característicos son los dolores en la zona afectada que no se resuelve con nada, dificultar para tragar los alimentos, dolor en la zona de los oídos entre otros. Las pruebas más comunes al momento de detectar este tipo de cáncer es mediante el uso de exámenes de tipo físico en la región afecta, se puede emplear el uso de biopsias y exámenes de imágenes de la zona.
Aquellos individuos que mantienen el hábito de fumar tabaco e ingerir alcohol en cantidades excesivas y durante periodos de tiempo prolongados, son quienes se encuentran más propensos a desarrollar esta patología, puesto que esos dos factores son sin duda elementos que incrementan potencialmente el riesgo a padecer de este mal. Éste se presenta mayormente en persona que sobrepasan los 55 años, siendo los pertenecientes al sexo masculino quienes se encuentran más propensos, en comparación con su contraparte femenina.
Los síntomas pueden incluir tos frecuente, el sonido de la respiración es anormal, la saliva que se escupe puede estar acompañada de sangre, se presenta dolor en el oído y también en el cuello, dolores de garganta intensa que se pueden extender durante 15 días consecutivos lapso durante el cual no se muestra mejoría ni siquiera mediante el uso de antibióticos, dificultad para poder tragar los alimentos, pueden aparecer protuberancias en la región cervical, pérdida de peso anormal entre otros.
Los exámenes físicos son el primer paso para detectar si se está en presencia de cáncer de garganta, con el fin de poder verificar si se presentan protuberancias en la zona del cuello, además de ello se procede también a chequear las zonas internas de la garganta, utilizando para ello una sonda que posee una cámara en la punta, las biopsias, radiografías, tomografías y resonancias en la zona de la garganta son otras de la pruebas que se pueden realizar.
