Hasta el dia de hoy, médicamente se desconoce cómo y por qué aparece el cáncer en los ovarios. Sin embargo, existen varios factores hormonales y reproductivos que pueden producir su aparición, como es el caso de la fertilidad o un número de embarazos en específico. Genéticamente los factores determinantes solo incluyen un 10 a 15 por ciento de los casos. En otras situaciones, están asociados directamente con el cáncer de mama y el de ovario en una misma ramificación en la misma persona. También se sospecha que algunos factores ambientales son partícipes en la aparición de estas células malignas, como la utilización de polvos de talco o infecciones por virus.
Existe un estimado del 1,5 por ciento de mujeres que son diagnosticadas con esta enfermedad a lo largo de sus vidas. A pesar de que este tumor se desarrolla entre mujeres de 50 y 70 años normalmente, también puede presentarse en la juventud siendo este tipo de cáncer el que más cobra vidas femeninas que cualquier otro.
Este tipo de enfermedad no suele presentar muchos síntomas que inciten a su diagnóstico, pudiendo así alcanzar una fase bastante avanzada antes de ser detectado. Sin embargo existen alertas que pueden poner sobreaviso y permiten la detección de este tipo cáncer, los cuales son:
- Malestar en la parte inferior del abdomen: es similar a una indigestión. Sin embargo la hemorragia uterina no es frecuente.
- Pacientes postmenopáusicas con ovarios de mayor tamaño: esto puede ser un signo precoz de cáncer ya que su gran tamaño puede deberse a la presencia de quistes.
- Líquido en el abdomen: pueden presentarse hinchazón al aumento de tamaño de los ovarios.
- Dolor de pelvis, anemia y pérdida de peso: aunado a todos estos factores puede unirsele el aumento excesivo del útero, las mamas o un mayor desarrollo de vellos en algunas partes del cuerpo.
- Falta de apetito, este síntoma puede ser uno de los que más debilite, además del cansancio.
A pesar de que no se tiene un conocimiento exacto de aparición de este cáncer, puede prevenirse desde muy temprana edad, dicha enfermedad es menos frecuente en aquellas mujeres que han tenido varios embarazos, a pesar de creerse lo contrario. Las mujeres que han tomado anticonceptivos a lo largo de su vida, también tienen menos probabilidad de presentar estas complicaciones, sin embargo esto sigue sin comprobarse, ya que los anticonceptivos pueden causar otras enfermedades cardiovasculares y la aparición de otros tumores. Tener un historial sobre la predisposición genética al cáncer es también muy importante a la hora de mantener a raya esta enfermedad, ya que entre un 15 a 20 por ciento de cáncer de ovarios que se registran a nivel mundial, son genéticos. La extirpación de los órganos que tienen potencial para producir células malignas como es el caso de las mamas o los ovarios también se presentan como opciones para aquellas personas, los cuales por medio de sus antecedentes genéticos, demuestran su posible padecimiento a un futuro de esta enfermedad.
En cuanto al diagnóstico, es bastante difícil de establecer, porque normalmente los síntomas no aparecen hasta que el cáncer se ha expandido y los síntomas son muy similares a otra enfermedades menos graves, como es el caso de las enfermedades gastrointestinales. Básicamente su diagnóstico se detecta en una revisión de rutina ginecológica, a través de una ecografia y analisis de sangre llamado CA-125 que suelen confirma las sospechas y que deben ser rectificadas con una operación. El tratamiento más recomendable para esta complicación es la cirugía, ya que ésta es capaz de eliminar el tumor en su totalidad. En la mayoría de los casos se extirpa por completo el útero y ambos ovarios. El cáncer de ovario en sus fases iniciales es altamente curable, pero en fases intermedias el pronóstico no es para nada alentador.
Como no existe una forma de prevención precoz eficaz, la quimioterapia y la cirugía citorreductora son terapias con agentes biológicos que permiten un control más estable, en cuanto al cáncer de ovario se refiere. Más del 90 por ciento de las mujeres diagnosticadas de cáncer de ovario, sobreviven más de 5 años si el diagnósticos es realizado de forma precoz. La tasa de supervivencia en los pacientes se ha triplicado al pasar los años a diferencia de las década de los 80.