Es importante señalar que la depresión posparto no tiene una sola causa, por el contrario, ella es consecuencia de una combinación de factores tanto físicos como emocionales. La depresión posparto no se presenta por algo que una madre hace o deja de hacer.
Luego de que la mujer tiene el parto, los niveles de hormonas como por ejemplo de estrógeno y progesterona, bajan de forma muy rápida. Este hecho provoca alteraciones químicas en el cerebro lo que puede dar paso a cambios en el estado de ánimo. Aparte de ello, muchas mujeres no logran descansar tanto como deberían para que se puedan recuperar de forma correcta. La ausencia regular del sueño puede generar incomodidad física y cansancio, dos factores que pueden contribuir en gran medida a que se agudizan los síntomas de la depresión posparto.
La sensación de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud son algunos de los elementos más comunes que por lo general tienen lugar durante las dos primeras semanas después del embarazo. La depresión posparto puede presentarse cuando la tristeza posparto no se disipa o en su defecto cuando los signos de depresión comienzan 1 o más meses luego del embarazo.
Aquellas mujeres primerizas que presenten cualquier sintomatología de la depresión posparto, lo más recomendable es que se acuda o se ponga en contacto con el especialista de forma rápida para obtener ayuda.