Hay personas que distinguen el término disfluencia para dirigirse a la tartamudez y el término no de fluencia para describir la falta de fluidez en el desarrollo del habla en niños pequeños, dentro del progreso evolutivo, la tartamudez también es conocida.
En la mayoría de los casos, comienza a desarrollarse antes de los 7 años, con problemas en el habla.
La disfemia tiene problemas de alteración del habla creada a nivel consciente de los sentidos y facultades en su primer estadio y posteriormente en el subconsciente, motivada por temor a no poder superar el entorno, creándose una falsa autoestima, mientras que el tartamudeo hace referencia a repeticiones de sonidos, sílabas, prolongaciones de ellos.
Esta área se caracteriza por repeticiones o bloqueos que ocasiona una ruptura del ritmo y de la melodía del discurso que comienza de modo característico, entre el segundo y cuarto año de la vida de un individuo, aunque se pueden confundir con las dificultades propias de la edad, en el momento de hablar, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia.
Existen tres tipos de disfemia como la tónica, clónica, tónica-clónica o mixta.
La tónica se caracteriza porque es interrumpida ocasionadas por espasmos, y presenta peor diagnóstico porque el paciente muestra rectitud, integridad y tensión faciales que un estado de un cuerpo sometido a la acción de fuerzas que lo estiran.
La clónica es caracterizada por las repeticiones de sílabas y palabras enteras que se utiliza un individuo reproducido a partir de una célula originaria o relacionada con el.
La tónico-clónica o mixta es el más frecuente porque es difícil de encontrar un disfémico puro tónico o clónico y pueden combinar los dos síntomas.