Entre estas molestias que interrumpen el curso regular de las actividades sexuales se encuentra la dispareunia femenina. Se trata de una molestia o dolor que puede aparecer antes o durante el coito, con una intensidad que puede variar; de igual forma, también se habla de un ardor durante el acto sexual. Cabe destacar que, a menudo, estos dolores suelen comparase con los cólicos menstruales. Al ser diagnosticada con dispareunia, la mujer, mayormente, tiende a estar tensa con respecto a las relaciones sexuales, lo que puede causar un estado de estrés y temor en las relaciones amorosas.
Hasta el momento, se ha logrado especificar cuatro tipos de dispareunia: la primaria o vitalicia, en la que se experimenta dolor en casi toda la duración del coito; la secundaria o vitalicia, en la que las molestias ocurren tiempo después de haberse iniciado la vida sexual; la completa, en donde es posible verse afectado en cualquier circunstancia de carácter sexual; la situacional, cuyos síntomas pueden aparecer en determinadas posiciones para realizar el coito. Entre las causas se pueden citar algunas de tipo orgánicas, como la presencia de tumores pélvicos o problemas en la lubricación del conducto uterino, y los psicológicos, como una mala educación sexual o experiencias traumáticas.
Para el diagnóstico, normalmente se recurre al examen pélvico; la paciente debe informar sobre los posibles dolores al profesional, para que este tome las medidas necesarias. Según su origen, el tratamiento el distinto; aun así, es frecuente ver terapias aplicadas a los músculos que rodean el conducto uterino y el piso pélvico, además, si se trata de una dispareunia psicológica, es precisa la presencia de un psicoterapeuta.