De esta manera, son personas que generalmente nacen líderes que se convierten en una referencia en un grupo. La energía interna de las personas extrovertidas aumenta cuando se relacionan con más personas porque es en esos momentos de amistad cuando se sienten realmente bien, son felices y sienten que todo fluye a su favor.
La extraversión supone un enfoque dinámico y activo del mundo social e incluye rasgos como la sociabilidad, la asertividad, la actividad y las emociones positivas.
En el polo opuesto estaría la gente introvertida. Sin embargo, la mayoría de la gente está en un término medio en el continuo de un extremo al otro. Algunos autores usan el término ambiversión para referirse a las personas que se encuentran en esta posición intermedia, mostrando comportamientos tanto extravertidos como introvertidos según el contexto y el momento.
Su atención se dirige principalmente hacia el mundo externo más que hacia su propio mundo interno. Son personas que necesitan más estimulación externa.
A los extrovertidos les gusta participar en actividades sociales y grupales, se sienten atraídos por los encuentros sociales y las multitudes, disfrutan más el tiempo que pasan con los demás y menos tiempo que pasan solos y es más probable que se aburran cuando están solos.