La dosis recomendada es una pastilla diaria, es decir, una sola toma al día, el cual debe estar bajo vigilancia médica al iniciar el tratamiento ya que la pastilla tiende a bajar el ritmo cardíaco, por esto se debe tener un control de la presión arterial antes, durante y después de la primera toma, en un proceso de evaluar la presión cada hora por seis horas seguidas.
Las cualidades primarias de este tratamiento es limitar a los linfocitos, (tipo de glóbulos blancos) evitando que se desplacen por la sangre, el activo que hace que la EM, baje de los ganglios linfáticos al cerebro y a la médula espinal, bloqueando al receptor y regulando su acción de desplazamiento de células portadoras de la EM al organismo, se le conoce como linfocito T o receptor de Esfingosina-1-Fosfato.
Los efectos secundarios demostrados en estudios clínicos, van desde dolor de cabeza, malestar corporal, gripe en cualquiera de sus presentaciones de malestar, dolores localizados como en la espalda, pecho, pies, manos o los brazos, sarpullido o ampollas en la piel, malestares estomacales como las diarreas, sabor amargo en la boca, tos seca. Entre los más graves están las infecciones, las afectaciones visuales, el bajo ritmo cardíaco, desmayos y confusión, convulsiones, dificultad respiratoria entre otras.
Los pacientes que no deberían hacer este tipo de tratamientos son aquellos que padecen de frecuentes infecciones que tengan que ver con el sistema inmune, donde se debilita el organismo con cada infección o los que padecen de hepatitis, las mujeres que piensan salir embarazadas o que ya lo estén, personas que sufren del corazón o que tengan otro tipo de tratamiento para ésto, los que tengan antecedentes de infartos al corazón y de irrigación cerebral sanguíneas.