La hibernación es uno de estos métodos de preservación mediante la adaptación, puesta en práctica durante los meses de invierno. Cada especie lo pone en práctica de maneras distintas, pero, en términos generales, este se caracteriza por un metabolismo cuyo funcionamiento está en decrecimiento, acompañado de una temperatura corporal muy baja y una frecuencia respiratoria lenta. Esta es la solución a la dura vida de los meses más fríos, y puede funcionar durante días, semanas y meses. Los animales de sangre caliente, también conocidos como homeotermos, son aquellos con más posibilidades de tener esta peculiar característica, además de algunos de sangre fría –como las mariquitas-.
Como se mencionó anteriormente, cada animal, en dependencia de sus características y tipo de sangre, puede que entren en hibernación de una manera distinta. Aun así, se sabe que los animales homeotermos, entran en una preparación previa de incluso varios meses, cuando la temperatura empieza a descender. Es así como se empieza el ciclo de sueño; algunos animales, incluso con una manipulación algo brusca, no se despiertan, dando la impresión de que ya no tienen vida.