Las causas principales son el debilitamiento de los músculos del suelo de la pelvis, que son los encargados de mantener cerrada correctamente la uretra, cuando dicho tejido pierde la capacidad para estirarse el simple hecho de reírse levantar sobrepeso, toser y correr puede ocasionar pérdidas incontroladas de orina, en las mujeres las causa principales se dan durante el embarazo, al dar a luz y en la menopausia. Durante el embarazo se puede ejercer presión sobre el útero y la vejiga, además de ello durante el parto se puede realizar un gran esfuerzo que termina por disminuir la efectividad de los músculos de la pelvis, causando la incontinencia durante la gestación y posterior al mismo, incluso puede llegar a afectar a la mujer mucho tiempo después del parto.
Otra causa es lo que se denomina como vejiga neurogénica, siendo esa la causa más frecuente de incontinencia sobre todo en los pacientes con enfermedades como el mal de Alzheimer. En los casos de incontinencia por rebosamiento, se presenta en personas del género masculino en especial ancianos, comúnmente con problemas en la próstata.
Los síntomas más frecuentes de esta patología, son las pérdidas involuntarias de orina cuando se realizan acciones de la cotidianidad como un simple estornudo, la práctica de algún deporte, toser e incluso mientras se tienen relaciones sexuales puede ocurrir. Los especialistas en la materia recomiendan mantener un régimen alimenticio equilibrado, evitando de esa forma el subir excesivamente de peso, lo que evita que se ejerza presión en la parte inferior del abdomen, evitar la ingesta de bebidas como el refresco y el café, también ayuda a reducir los riesgos de padecer incontinencia urinaria.