Este elemento químico expone un número atómico de 70 y su peso posee un valor de 173, el iterbio se encuentra representado por la abreviatura de Yb. El estado oxidado más común es Yb2O3 obteniéndose una presentación totalmente incolora, este puede disolverse fácilmente en presencia de un ácido y posteriormente generar una gama de sales trivalente sin color a la vista altamente magnéticos, al igual que puede dar formación de sales divalentes que se caracterizan por ser solubles en agua reaccionando de forma lenta y liberando lentamente hidrogeno.
El iterbio se descubrió en el año 1878 en la ciudad de Ginebra perteneciente a suiza, este fue identificado por el científico Jean Charles de Marignac quien le otorgo ese nombre por su ciudad natal Ytterby; entre los años de 1907-1908, de forma independiente los científicos Georges Urbain proveniente de Francia y su compañero de origen austriaco Carl Auer Von Welcbach aislaron el iterbio en dos compuestos diferentes, llamados ilutecio e iterbio, los cuales para ese año se llamarían casiopeo y aldebariano respectivamente. La mejor técnica destinada a la preparación de este metal es por destilación, este metal viaja de manera libre en el aire y de acuerdo a su comportamiento se asemeja más a los elementos como el calcio, bario y estroncio que a las tierras raras.
Este metal posee un amplio uso en el área de la metalúrgica de acuerdo a su ductilidad, se puede alear con otros compuestos y ser implementado en el ámbito electrónico ya que desarrolla una potente conducción de electricidad, de acuerdo a su capacidad magnética puede ser aplicado para la construcción de poderosos imanes, a su vez puede mezclarse con el silicio formando silicato de iterbio teniendo un bello aspecto brillante por lo tanto se emplea en las piezas de joyería.