La lucidez generalmente se asocia con la capacidad intelectual, el análisis o la reflexión que tiene una persona. Aquellos que se consideran lúcidos por lo general generan admiración por sus pensamientos sobre una determinada situación o por sus facultades para ver los problemas de una manera diferente al resto.
La lucidez de la mente es el producto de una vida sana e intelectualmente activa y de la ausencia de factores perturbadores como las enfermedades crónicas. Hay muchos factores capaces de afectar la lucidez mental, entre ellos se incluyen:
- Las infecciones, muchas veces los síntomas como la desorientación y los cambios en la personalidad pueden ser consecuencia de enfermedades infecciosas del sistema nervioso central.
- La deshidratación, la alteración de los líquidos corporales puede afectar las concentraciones de los electrolitos y el pH o grado de ácido de la sangre que afecta el funcionamiento cerebral normal.
- Las enfermedades vasculares, las alteraciones del ritmo cardíaco, como las arritmias, los accidentes cerebrovasculares o la insuficiencia en la circulación cerebral debido a enfermedades como la aterosclerosis, pueden iniciarse con alteraciones en las funciones mentales además de la parálisis.
- Las condiciones que aumentan la presión intracraneal, trastornos como la hidrocefalia (aumento del líquido en el cerebro) y hematomas subdurales (colecciones de sangre entre el cráneo y el cerebro que ocurren después de un trauma o caídas) tienen un curso lento y progresivo para que puedan debutar con sutiles síntomas como una leve alteración de la conciencia u orientación antes de dar paso a la aparición de síntomas neurológicos más precisos.
- Las drogas y los medicamentos, muchas veces los síntomas confusionales se deben al efecto farmacológico de las drogas o varias sustancias, especialmente si se ingieren en exceso o de manera inapropiada, por ejemplo, cuando se combinan medicamentos que pueden interactuar entre sí.
- La supresión del sueño, la alteración en el ritmo normal del sueño puede llevar a un estado de agotamiento que afecta el estado de conciencia.
- El abuso del alcohol, la ingesta de alcohol tiene un efecto depresivo en el sistema nervioso que afecta las funciones mentales, especialmente si se combina con factores tales como una respuesta fisiológica deficiente en personas ancianas y debilitadas o con drogas que aumentan su efecto depresivo.
