La manera como es obtenido el naftaleno es a través del carbón de hulla, en donde está presente con un porcentaje del 6%, por medio del enfriamiento de los aceites medios principalmente, una vez que estos aceites se enfrían, ocurre una separación por cristalización y prensado del sólido, permitiendo quitar los componentes líquidos que lo inundan.
Una vez hecho esto, se vuelve a fundir el sólido y se trata con ácido sulfúrico para eliminar todo tipo de sedimentos básicos, se lava con agua y se le aplica disolución de hidróxido de sodio, terminando con la destilación del residuo para la obtención del naftaleno puro. Igualmente el naftaleno también puede ser obtenido de algunas porciones de petróleo, las cuales han sido previamente expuestas a reacciones catalíticas de hidroaromatización o ciclación y posterior desalquilación térmica.
Dentro de sus características físicas y reactividad, se puede decir que es un sólido de color blanco, que se evapora con facilidad, ya que se disipa a temperatura ambiente y sus gases mezclados con aire pueden quemarse fácilmente. Su punto de combustión es de 79ºc. Debe permanecer lejos de fuentes de calor y no mantener contacto con materiales muy oxidantes. Es una sustancia que se disuelve poco en agua, pero si es soluble en alcoholes, benceno, ésteres, acetona, cloroformo, disulfuro de carbono, tetracloruro de carbono, gasolina y aceite de oliva.
El naftaleno es utilizado básicamente como producto intermedio para la elaboración de compuesto químicos como el anhídrido ftálico, el cual es empleado como base para la fabricación de materiales industriales, como colorantes y resinas, sin embargo, el naftaleno es muy utilizado como repelente de polillas.
Dentro de los efectos nocivos del naftaleno está el de ser un elemento irritante primario, causante de dermatitis si entra en fricción frecuente con la piel, igualmente pasa si entra en contacto con los ojos ya que puede provocar irritación y cataratas.