La necrofilia es una opción adoptada por un individuo para controlar y satisfacer el placer. Se han reportado casos en los que el afectado tiene una vida en común con la persona, luego que esta persona deja de existir, desea seguir manteniedo su lazo afectivo, por lo que recae en una condición inaceptable por la sociedad y posteriormente en la locura. En muchos casos, la persona con Necrofilia «Secuestra» el cuerpo de su víctima y se satisface tanto como sea necesario, es importante destacar que esta conducta es ilegal y fuera de todo margen que se considere propio de las sociedades «normales«
La profanación de tumbas y la retención de un cuerpo sin vida para estos fines está penalizada por la mayoría de las leyes que conforman el derecho social en el mundo, de cualquier manera, lejos del ámbito legal, la necrofilia representa un atroz suceso y más aún cuando este es consecuente de la persona. Muchos necrófilos han sido detenidos en los lugares de los hechos y se han determinados muchos casos con múltiples víctimas.
Desde un punto de vista psicológico, la necrofilia está sujeta a la marginación de la sociedad. Es posible justificar esta enfermedad a personas disociadas y que no corresponden un lugar en el terreno de lo aceptable, sin embargo, algunos aficionados tratan de defender la necrofilia como una condición humana y no como una enfermedad mental.